Vosotros, los abuelos, Damiana.
Huesca.
Tardienta.
Es un regalo contemplar desde mis 66 aquello que tu me explicabas, y que yo vivía.
Con ellos reconstruyó tu tiempo en la vida.
Con ellos piso el rastro que me precede.
He empezado a escribir en teclado.
Cuando estaba con vosotros lo hacía primero en libretas cuadriculadas.
Te leía las historias que me nacían.
Ahora es memoria reconstruida.