6 jul 2012

Mi cumpleaños

Mamá no estás en este primer cumpleaños en tu ausencia, pero mi corazón te alberga.
Recordaré la sala en que abrí los ojos por primera vez. Tú dices que en el momento de repartir las comidas, los datos señalan las tres de la tarde. Cómo sea, tú tienes la primera palabra. Me pariste en ese hospital en que expiraste, hoy llamado Sagrado Corazón de Jesús, tu devoción.

Cada día que pasa, te alejas en la materia y mezclas con la substancia de mi ser.
Tu muerte es mi vida.
He alcanzado perspectivas de presente pensando en tu fugaz estar entre nosotros.
Sé que me esperas y que regresaré al origen en tus brazos, como ese día que me los entregaste sin reservas ni condiciones.

Un cumpleaños rememora el parto. Tú me has parido. Mi carne es de tu carne, mi alma habitó en ti.
Ese cordón umbilical que me dio el testigo de la vida está entre tú y yo hasta el final de los días.

No le di continuidad. No quise y no pude.
Te negué ese ser que hoy sería testigo de nosotras.
Lo que no tuve no está, pero siempre hubiera sido posible y eso cabe entre los pensamientos que me construyen.

No ha resultado fácil salir del vacío en que me dejaste, pero estoy a salvo.

Te amo.

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